Las madres, nuestro primer punto de contacto con el mundo. Aquella figura que nos llenó de amor, enseñanzas y regaños. Si hay algo que siempre nos llevará a la nostalgia más pura y profunda, son las frases típicas que nuestras madres solían decir. Y es que, no importa cuántos años hayan pasado, estas frases siempre estarán en nuestras cabezas.
Frases típicas
«Come todo lo que tienes en el plato»
¿Cuántas veces nos dijeron esto? Aunque nos aburría y nos hacía sentir obligados, era la manera en la que nuestras madres nos decían que comiéramos bien, que no desperdiciáramos la comida y que no pidiéramos otra cosa después.
«¿Por qué no puedes ser más como tu hermano/a?»
Esta frase, además de compararnos con nuestros hermanos, también nos hacía sentir que algo no andaba bien y que necesitábamos cambiar. Físicamente, académicamente y en todo lo demás. Sin embargo, es importante entender que todos somos diferentes y tenemos habilidades y características únicas.
«¿Y tu tarea?»
Una de las frases más comunes de todas. Es difícil encontrar a alguien que no la haya escuchado alguna vez. Era la manera en la que nuestras madres nos recordaban que debíamos enfocarnos en nuestros estudios y hacer las tareas que nos habían dejado en la escuela.
«No le hagas caso a lo que los demás hacen»
Esta frase era una forma de protección contra la influencia negativa que pudieran tener los demás en nuestras vidas. Además, nos enseñaba a ser nosotros mismos y a confiar en nuestras decisiones, aunque no siempre resultaba fácil.
Conclusión
Las frases típicas de una madre son parte de nuestra vida y nos han acompañado en nuestro crecimiento. Si bien algunas nos parecieron molestas en su momento, es importante entender que detrás de ellas siempre hubo una intención positiva.
Ayudarnos a crecer, enseñarnos valores y, sobre todo, a querernos. ¡Gracias mamá!
